DECENAS DE MILES DE PERSONAS TIENEN DIABETES DE TIPO 2 Y NI SIQUIERA SABEN QUE PUEDEN DISFRUTAR DE SUS ALIMENTOS FAVORITOS.
La diabetes mellitus es una enfermedad peligrosa que puede provocar graves complicaciones. Una dieta puede ayudar a mantener los niveles de glucosa en sangre en el rango normal, prevenir consecuencias no deseadas y mejorar la salud.
La diabetes mellitus se clasifica en dos tipos:
Diabetes mellitus de tipo I, dependiente de la insulina. El primer tipo de diabetes se desarrolla cuando un ataque viral o autoinmune mata hasta el 90% de las células del páncreas. Como resultado, no se produce insulina. La diabetes mellitus de tipo I afecta a las personas a una edad temprana.
La diabetes mellitus de tipo II es independiente de la insulina. La diabetes de tipo II se desarrolla como resultado de una alteración de la sensibilidad de las células de los tejidos del cuerpo a la insulina. La insulina se produce en el cuerpo, incluso en mayores cantidades, pero no puede realizar sus funciones porque las células no la “escuchan”. La diabetes de tipo II es hereditaria. Suele afectar a personas mayores de 40 años, especialmente a las que son propensas a la obesidad.
Para ralentizar la absorción de los hidratos de carbono y evitar las subidas de azúcar, los diabéticos deben observar las siguientes reglas:
– Coma comidas pequeñas pero frecuentes (5-6 veces al día), a intervalos regulares, a las mismas horas. La inanición y las dietas estrictas están categóricamente contraindicadas, ya que violan la tolerancia a la glucosa.
– Desayunar es esencial. Es el desayuno que mantiene el nivel necesario de azúcar en la sangre.
– No coma tarde por la noche: la cena debe ser como máximo dos horas antes de acostarse.
– Cuando planifique su menú, calcule las unidades de pan y el contenido de IG.
– Asegúrese de que el IG de una comida no supere las 7 unidades y el de todo el día – 45 unidades.
– Consume un alimento con fibras gruesas y granuladas.